La Universidad CEU San Pablo ha distinguido el destacado y ejemplar trabajo, eficaz, eficiente, efectivo y también afectivo de todos los profesionales del Hospital Zendal, durante la pandemia por la Covid-19. El acto tuvo lugar en el marco de la festividad de San Lucas (18 de octubre), patrón de la Facultad de Medicina.

Rosa Visiedo, rectora de la Universidad, ha entregado la placa conmemorativa al director general de Hospitales de la Comunidad de Madrid, Fernando Prados, tras señalar que “esta distinción es una muestra más de agradecimiento al trabajo de todos los profesionales sanitarios durante la pandemia. No queremos ni debemos olvidar su trabajo, el Hospital Zendal es un símbolo para todos los madrileños, y también para todos los españoles”.

"No queremos ni debemos olvidar su trabajo, el Hospital Zendal es un símbolo para todos los madrileños, y también para todos los españoles”.

En la celebración también se ha distinguido con una placa a la Fundación Nemesio Diez, como reconocimiento y agradecimiento sincero por su apoyo continuado y desinteresado a la Facultad para una mejor formación de los alumnos y desarrollo de proyectos innovadores.

En su intervención, el decano de la Facultad de Medicina, Tomás Chivato, ha señalado la importancia de mantener una actitud positiva: “la perspectiva optimista transmite confianza, ilusión y esperanza. Es el ingrediente esencial para practicar la medicina y todas las ciencias de la salud”.

“La perspectiva optimista transmite confianza, ilusión y esperanza. Es el ingrediente esencial para practicar la medicina y todas las ciencias de la salud”.

Durante el encuentro, José Antonio Martín Urrialde, profesor de Fisioterapia y director del Máster Oficial de Fisioterapia Invasiva, ha impartido la lección magistral titulada: "La Fisioterapia ante la sociedad del siglo XXI". En su discurso ha abordado el crecimiento constante de la profesión del fisioterapeuta, junto con la relevancia que tiene el acto fisioterápico en sí, tratándolo desde una perspectiva humanizadora al servicio de la persona. En sus palabras, Urrialde ha tildado al fisioterapeuta de “aliado” y a la profesión de “humana, humanista y humanizadora”, desde donde es fundamental “un sistema sanitario humanizado cuya razón de ser es estar pensado y concebido en función del hombre”.