La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente en España con cerca de 7 millones de afectados. La Organización Mundial de la Salud asegura que se convertirá en la cuarta causa de discapacidad en el mundo en el 2020. Estos datos son la base del informe sobre el impacto sanitario y presupuestario del tratamiento de la artrosis de la Consultora Health Value, presentado hoy por la compañía farmacéutica Reig Jofre. En este informe se asegura que evitaría al SNS cerca de 20.000 efectos adversos anuales y un ahorro económico de más de 40 millones de euros en tres años. En la actualidad, el tratamiento farmacológico cubierto por la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud se reduce a condroprotectores (SYSADOAs), analgésicos, opioides y AINES. No obstante, numerosos estudios advierten que el uso tanto de analgésicos como de AINES a largo plazo en pacientes con artrosis podría generarles importantes problemas de salud añadidos. Por su parte, múltiples estudios y la ultima revisión Cochrane de 2019 concluye que no hay beneficios clínicos derivados del uso del Paracetamol. Los expertos de Cochrane aseguran que los analgésicos, tienen un papel muy limitado en la artrosis, ya que esta enfermedad cursa con un importante componente inflamatorio que limita la eficacia de estos fármacos. Sobre los AINES (antinflamatorios), ellos afirman que tienen la posibilidad de generar diversos efectos segundarios entre los que destacan problemas cardiovasculares, digestivos, hepáticos y/o renal. También dicen que los opioides a pesar de tener resultados positivos a corto plazo traen consigo importantes problemas de seguridad, tanto de tolerancia como de dependencia.

Conclusiones del informe

Por todas estas razones, el informe realizado por la Consultora Health Value y dirigida por Carlos Rubio Terrés, experto en farmacoeconomía, manifiesta que condrotin es la mejor opción frente a los demás. Respecto al impacto sanitario, el estudio concluye que el tratamiento de los pacientes españoles con artrosis de rodilla evitaría en un periodo de 3 años (de 2020 a 2022) miles de toxicidades asociadas a los antiinflamatorios. En concreto, el uso de condroitín sulfato evitaría en el próximo trienio: • 55.098 episodios gastrointestinales leves o moderados (con un coste de 240 € por episodio) • 3.060 episodios gastrointestinales graves (con un coste de 2.857 € por episodio) • 204 cardiopatías isquémicas (con un coste de 6.168 € por cada caso) • 1.089 casos de insuficiencia renal aguda (con un coste de 6.011 € por caso) • 733 casos de insuficiencia renal crónica (con un coste de 10.221 € por caso) En consecuencia, el ahorro económico que se produciría por el uso de condroitín sulfato en los próximos tres años ascendería (sumando el coste de todos los efectos adversos) a 40.944.798 €. Así se evitarían cerca de 20.000 efectos adversos anuales de diferente índole.