Coincidiendo con el primer aniversario de su fusión con Celgene, Bristol Myers Squibb (BMS) ha presentado de manera oficial la nueva compañía en España. Aunque siguen coexistiendo de momento las dos entidades legales (BMS y Celgene), en su conjunto la nueva compañía es la 5º farmacéutica a nivel mundial, con unas ventas globales superiores a 39,8 mil millones dólares en 2019, cerca de 30.000 empleados en 50 países, y un pipeline en I+D amplio y prometedor.

Según ha destacado, Roberto Úrbez, director general de Bristol Myers Squibb en España y Portugal, “la nueva compañía es ahora mucho más sólida y potente, contribuyendo aún más si cabe a hacer avanzar la ciencia”, ha destacado. “Para mí, es un ejemplo de unión integradora, que aprovecha las sinergias y el potencial de dos compañías innovadoras para crear una nueva biofarmacéutica líder”.

La nueva BMS ha visto potenciada su capacidad investigadora tras la fusión. Prueba de ello es que en España cuentan con más de 200 ensayos clínicos en desarrollo, de los que la mitad se encuentran en fases tempranas, con más de 4.000 pacientes participando en las áreas de Oncología, Hematología, Cardiovascular, Inmunología y Fibrosis. Estos datos sitúan a BMS como la 2º compañía en la industria farmacéutica que más ensayos clínicos promueve en nuestro país y con cerca de 50 millones euros de inversión en I+D.

Además, BMS cuenta en España con CITRE, el primer y único centro fuera de EE.UU dedicado exclusivamente a I+D, desde donde se coordina gran parte de la actividad de I+D en fases tempranas y que convierten a este centro ubicado en Sevilla en uno de los pilares fundamentales para la investigación onco-hematológica en Europa y uno de los principales referentes a nivel mundial.

Para José Cabrera, director médico de BMS en España y Portugal, “los avances en tecnología y diagnóstico están permitiendo aprovechar al máximo la medicina traslacional, el análisis de datos y la inteligencia artificial. Nos ayudan a conocer cómo podemos llevar el medicamento adecuado al paciente que lo necesita, en el momento oportuno, para alcanzar el mejor resultado. “La innovación digital”-añade- “también nos permite mejorar la rapidez, precisión y eficiencia de nuestros ensayos clínicos y demostrar el valor de nuestros medicamentos. En cuanto a las áreas terapéuticas, además del foco en cardiovascular e inmunociencias, la inmuno-oncología continuará siendo una parte clave del futuro de BMS, que además paralelamente trabaja en la próxima generación de opciones terapéuticas como las CAR-T.

Asimismo, en términos financieros la compañía cuenta con unos sólidos resultados en ventas derivados principalmente de sus productos prioritarios. “El tamaño adquirido por la compañía permite afrontar con solvencia un escenario de inversión y desarrollo de nuevos medicamentos para el largo plazo y responder a las necesidades de nuevos tratamientos de los pacientes”, señala Úrbez.