Los partos prematuros constituyen la primera causa de mortalidad entre niños y niñas de menos de cinco años en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2017 fallecieron 2,5 millones de menores por esta razón, es decir, un 40% más que en 1990. Por esta razón, la propia OMS y la ONU han declarado este problema como una prioridad y se han marcado como objetivo del milenio para 2030 conseguir una tasa de mortalidad neonatal del 1,2%, y del 2,5% para los menores de 5 años.

En este contexto, Tekniker, miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), participa en el desarrollo tecnológico de un dispositivo que utiliza ondas de torsión para realizar un diagnóstico más eficaz del riesgo de parto prematuro inminente. De esta forma se evitan hospitalizaciones innecesarias de embarazadas que muestran una falsa amenaza de parto prematuro, y también se reduce el tratamiento de embarazas sanas con fármacos como corticoides o antibióticos.

En la actualidad, las tecnologías empleadas para marcar falsas amenazas de parto pretérmino son el test in vitro de Fibronectina y la PAMG-1, pero su tasa de falsos positivos supera el 70%. Este hecho hace necesario un dispositivo más preciso en sus predicciones que reduzca la tasa de hospitalizaciones. En este sentido, la empresa Innitius diseñó un prototipo denominado “Fine Birth”, en colaboración con la Universidad de Granada y el Sistema Andaluz de Salud.

Fine Birth utiliza tecnología basada en ondas de torsión para observar los cambios que se producen en la rigidez del tejido uterino durante el embarazo. El análisis de estos cambios, junto con un algoritmo que combina múltiples variables y herramientas de inteligencia artificial, ayuda a determinar el riesgo que tiene una mujer embarazada de sufrir un parto prematuro en los próximos siete días tras el test. Asimismo, se está trabajando en futuras aplicaciones como el diagnóstico de incompetencia cervical, la evaluación del proceso de inducción al parto o la optimización del proceso de fecundación in vitro.

Por su parte, Tekniker colaborará como partner tecnológico, de manera que abordará los cambios necesarios para conseguir un modelo fiable, robusto y eficiente. Estas modificaciones pretenden mejorar, por un lado, el desarrollo de la sonda intravaginal y, por otro, la unidad de lectura del dispositivo.