Viernes, 26 de abril de 2024

Farmacia31 de agosto, 2021

Consejos para afrontar el síndrome posvacacional y volver a la rutina con energía

Consejos para paliar síntomas del síndrome postvacacional Vuelta al trabajo y síndrome posvacacional.

6 de cada 10 trabajadores sufren cansancio, cambios de humor, insomnio, tristeza, malestar o falta de concentración.

DosFarma

Septiembre es el mes por excelencia de la incorporación al trabajo, y es por ello que muchas personas acuden a la farmacia para pedir consejo sobre ciertos síntomas que se suelen asociar con la vuelta a la rutina. De hecho, según datos de la farmacia online DosFarma, en torno a 6 de cada 10 trabajadores sufren cansancio, cambios de humor, insomnio, tristeza, malestar o falta de concentración.

En general, estas primeras manifestaciones que se asocian con el síndrome postvacacional, suelen remitir en pocos días, pero en algunas personas se prolongan a lo largo de unas dos semanas.

Amanda Dutruc, farmacéutica de DosFarma, explica que realmente no está claro si realmente el síndrome o depresión posvacacional es una enfermedad, algo que no ocurre con la depresión, que sí es una patología. “Hay quienes consideran que es simplemente un periodo adaptativo a la rutina habitual, que se acentúa en las personas que no están a gusto con su empleo. En cualquier caso, sí que es cierto que hay un gran porcentaje de gente que afirma sentirse cansado, apático o irritable al dejar atrás las vacaciones. Por eso, en DosFarma hemos querido dar algunos consejos para tratar esos síntomas, con la alimentación y la planificación como ejes fundamentales, para hacer la llegada de septiembre un poco más llevadera".

En general, estas primeras manifestaciones que se asocian con el síndrome postvacacional, suelen remitir en pocos días, pero en algunas personas se prolongan a lo largo de unas dos semanas.

Consejos para llevar mejor el síndrome posvacacional

1. Dejar pasar unos días y no empezar nada más volver.

Durante las vacaciones, los horarios se descontrolan. Comemos más tarde, dormimos más tiempo, trasnochamos... El cuerpo debe adaptarse, de nuevo, al horario habitual. Si lo hacemos de forma brusca, suelen aparecer los síntomas propios del síndrome posvacacional. Pero, siempre que se pueda, es mejor estar en nuestro ambiente habitual al menos dos o tres días antes de la vuelta al trabajo.

2. Introducir los horarios progresivamente.

Lo ideal es ir introduciendo los horarios habituales poco a poco, sobre todo los relativos al sueño y las comidas.

3. Plantear nuevos objetivos y retos.

La actitud con la que afrontamos la vuelta a la rutina también es muy importante. A veces, la visión de enfrentarse al trabajo después de días de ausencia puede resultar abrumadora. Para evitarlo, podemos dividir las jornadas por objetivos pequeños y realistas, relativamente fáciles de conseguir

4. Hacer ejercicio moderado.

El deporte tiene múltiples beneficios para el cuerpo. Ayuda a controlar muchos factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión o la obesidad, y contribuye a mejorar ciertas enfermedades, como la depresión.

En definitiva, hacer media hora de ejercicio cinco veces a la semana es fundamental para nuestro bienestar. Pueden ser 30 minutos de andar (por ejemplo, pasear con nuestra mascota), montar en bicicleta o bailar.

Pero, además, practicar ejercicio físico de form moderada es muy útil para combatir muchos de los síntomas del síndrome posvacacional. El deporte mejora el estado de ánimo, el descanso nocturno y la capacidad para concentrarnos.

No obstante, si no estamos habituados a hacer ejercicio, es importante empezar poco a 

poco. Para hacerlo más fácil, lo mejor es escoger una actividad física que nos motive e ir planteando objetivos alcanzables, para mantener la motivación. Empezar a cuidarnos puede ser uno de esos buenos propósitos para después de las vacaciones.

5. Aprovechar el descanso de los fines de semana.

La vuelta a la oficina siempre es difícil, pero lo será aún más si no desconectamos del trabajo. Al volver de las vacaciones, no hay que olvidarse de descansar durante el fin de semana. Se pueden organizar planes, excursiones o quedadas que nos alejen un poco de la rutina. Es importante recordar que el trabajo solo es una parte de la semana.

6. Cuidar la alimentación.

Muchos de los síntomas del síndrome posvacacional pueden prevenirse o atenuarse con un extra de ciertos nutrientes.

Cómo abordar los síntomas más frecuentes

 

Desde DosFarma explican qué alimentos y sustancias incorporar a nuestra dieta después de las vacaciones para paliar algunos de los síntomas más frecuentes. Así pues, tras la vuelta a la rutina es posible tener algún trastorno del sueño y tener dificultades para dormir. El organismo ha perdido su horario habitual de sueño. En vacaciones, nos vamos a dormir más tarde y no solemos madrugar, por lo que el cuerpo no tiene sueño a las mismas horas. Este síntoma se puede reducir gradualmente si se han ido adaptando los horarios unos días antes de volver al trabajo, pero también la alimentación ayuda mucho.

La clave está en la melatonina, una hormona que influye en el sueño. El cuerpo la produce de forma natural, en la glándula pineal, y es la encargada de regular los ciclos de sueño y vigilia.

Los niveles de melatonina son más altos cuando es de noche, por eso nos entra sueño. En cambio, son más bajos durante el día, cuando estamos despiertos. Por este motivo, para volver a regular los horarios de sueño, se puede tomar un extra de melatonina cuando queramos irnos a dormir.

Hay muchos suplementos que contienen esta hormona, pero también está presente en alimentos como cerezas, frambuesas, fresas, plátanos, arroz o nueces.

Por otro lado, si nos mostramos con cansancio o apatía es posible recurrir al triptófano y al magnesio. El triptófano tiene un papel muy importante en el síndrome posvacacional porque ayuda a producir la melatonina y la serotonina. La melatonina es la hormona que regula los ciclos de sueño, mientras que la serotonina se encarga del apetito y el estado de ánimo. La serotonina es conocida como la hormona de la felicidad, de hecho cuando sus niveles son bajos, estamos de mal humor o alterados, síntomas que acompañan al síndrome posvacacional.

Si nos mostramos con cansancio o apatía es posible recurrir al triptófano y al magnesio.

A diferencia de otros nutrientes, el triptófano no se produce en el organismo de forma natural, sino que hay que obtenerlo de los alimentos o de los suplementos. Son ricos en triptófano los huevos, los lácteos, las nueces, la carne de pollo y la de pavo y el plátano.

En cuanto al magnesio, decir que es un mineral muy abundante en el organismo porque influye en más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo. Ayuda a que el sistema inmunitario esté sano, a que funcionen correctamente los músculos y los nervios y a que los huesos estén fuertes. Además, unos bajos niveles de magnesio producen sensación de cansancio y fatiga, de nuevo síntomas del síndrome posvacacional.

El magnesio se puede encontrar en múltiples suplementos, pero también en las verduras de hoja verde (acelgas o espinacas), el aguacate, los frutos secos (nueces, cacahuetes, almendras...) y las legumbres.

 

 




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