Los expertos coinciden que el gasto en salud es inversión, porque "de otro modo la economía no funciona".
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La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha puesto de manifiesto la estrecha relación que existe entre economía y salud y cómo este sector en general y el farmacéutico en particular se han convertido en estratégicos para la recuperación económica que afronta España. Este asunto ha centrado el debate del encuentro sobre "El papel de la industria farmacéutica en la recuperación económica", organizado por Farmaindustria con el apoyo de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).
Para Antón Costas, expresidente del Cercle d’Economía y catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, “la inversión en salud es una apuesta segura, puesto que solo así España conseguiría acercarse a cifras europeas”. Así, ha explicado que “el gasto en salud es inversión, porque de otro modo la economía no funciona”, y ha demandado una mayor coordinación por parte de la iniciativa pública, el Gobierno, para extraer todo el potencial de los distintos actores que participan en el ámbito de la salud en España.
En España, la sanidad pública ha sido una de las áreas más afectadas por la crisis económica. Invierte en el sistema sanitario público apenas el 6% del PIB, cuando hace diez años era el 6,5%, y cuando la media de la Unión Europea supera el 7%.
Con respecto a la investigación, otro de los grandes ejes estratégicos, la colaboración público-privada es para Mariano Barbacid, profesor de Oncología Molecular y exdirector del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la clave para potenciar la inversión en I+D en nuestro país. Además, reclama más inversión por parte de la Administración, principalmente en la investigación básica, sobre la que se apoyarán los desarrollos clínicos: “Hacen falta tres cosas: más recursos, más recursos y más recursos”, ha señalado el experto.
Y estas reflexiones alcanzan también a Europa, que en los años 90 lideraba la investigación biomédica en el mundo y dos tercios de los medicamentos provenían de la región, mientras que hoy no llega ni a un 23%, frente al 47% de Estados Unidos. En este sentido, Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, ha recordado la importancia de la Estrategia Farmacéutica Europea, que prepara la Comisión y que se presentará antes de final de año.
Urzay ha propuesto trabajar sobre dos bases, la solidez del sector farmacéutico desde el punto de vista industrial y la oportunidad que supone potenciar la investigación biomédica, para impulsar el crecimiento de España desde la triple perspectiva sanitaria, económica y social. Recordó en este sentido un informe publicado en julio por el Real Instituto Elcano que concluye que “nuestro país puede convertirse en un hub de inversiones en el sector salud y en el sector farmacéutico, con una estrategia que permita aprovechar los fondos europeos que estarán disponibles para la recuperación económica”.
Con este objetivo, ha planteado un trabajo conjunto por parte de Administración, industria y el resto de agentes del sistema sanitario para lograr "una estrategia de país orientada a consolidar un ecosistema de investigación biomédica que sume la investigación básica a la clínica y que afiance el liderazgo de España".
Los tres ponentes han coincidido en la oportunidad que se abre con los fondos europeos para la reconstrucción, y reclaman de nuevo una política integradora, de colaboración entre el capital público y la iniciativa privada para que esos fondos se dirijan en España a proyectos transformadores, con capacidad de tracción económica y social.