Las enfermedades hepáticas crónicas, en especial la cirrosis y el cáncer de hígado, tienen una elevada mortalidad en todo el mundo. Además, se prevé que haya un aumento importante de pacientes con estas enfermedades en un futuro próximo debido a las actuales epidemias de obesidad y diabetes.

Por esta razón, se celebró en Barcelona el inicio del proyecto Liverscreen, coordinado por el Prof. Pere Ginés, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Clínic, del grupo Enfermedades Crónicas del Hígado: mecanismos moleculares y consecuencias clínicas del IDIBAPS y catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona. En este proyecto participarán 43 hospitales y centros de investigación de España, Dinamarca, Francia, Holanda, Inglaterra, Alemania, Italia y Croacia.

Con el nuevo proyecto europeo, los médicos quieren establecer una estrategia de cribado con una técnica que mide la rigidez y el estado del hígado, de forma no invasiva y con una prueba, la elastografía hepática, que dura solo unos minutos, proporcionando un diagnóstico precoz del estado de este órgano en los pacientes.

La dificultad de las enfermedades hepáticas es que en estados prematuros son asintomáticas y, por tanto, la mayoría de pacientes se diagnostican en estadios avanzados, cuando tienen un peor pronóstico, tanto en lo que se refiere a la supervivencia, como a la calidad de vida.  El objetivo es incluir en el estudio, que se desarrollará en tres fases hasta el año 2024, a unas 30.000 personas, a las que se les hará una historia clínica y una elastografía hepática.

A nivel europeo, la estrategia de cribado se articulará a través de los centros de Atención Primaria. Según el Prof. Pere Ginés, "Nuestro objetivo es que esta estrategia que proponemos se implemente en los sistemas sanitarios de toda Europa, con lo que se convertiría en el primer programa de detección precoz dirigido al cribado de una enfermedad no oncológica".