Términos como el neuromarketing o el marketing olfativo ya no son disciplinas de estudio acotadas a campos científicos o sectores de estudio del público muy especializados. Desde hace algunos años cada vez son más las empresas que se animan a poner en práctica estas iniciativas para atraer a los clientes y lograr su fidelización. Así lo asegura Beatriz Acosta Fraire, directora de marketing de Dejavu Brands, marca española especializada en este tipo de marketing, que también tienen entre sus clientes a empresas del sector salud, desde farmacias hasta clínicas y centros hospitalarios.

Desde hace algunos años cada vez son más las empresas que se animan a poner en práctica el marketing olfativo para atraer a los clientes y lograr su fidelización.

Orígenes del marketing olfativo

“El marketing olfativo comenzó a implementarse en algunos de los parques temáticos más populares del mundo como Disneyland”, comenta Elise Dion, perfumista de Dejavu Brands. Aquí se aplicaban odotipos a los distintos escenarios para crear una atmósfera totalmente envolvente y que la experiencia del espectador fuera mucho más inmersiva, colocando, por ejemplo, fragancias de pólvora en los escenarios del Oeste”. Más tarde, algunas empresas del sector retail comenzaron a pulverizar en sus tiendas las fragancias personalizadas de sus marcas para que el público asociara el tejido con un perfume que evocara sofisticación y elegancia o frescura y juventud.

“El marketing olfativo comenzó a implementarse en algunos de los parques temáticos más populares del mundo como Disneyland”.

Ahora esta tendencia se ha extendido a otros comercios y otros sectores industriales. Según comentó Elise Dion en una rueda de prensa en el hotel Hospes ubicado en la Puerta de Alcalá de Madrid, donde los periodistas asistentes pudimos experimentar in situ lo que pueden transmitir los olores. “La aromatización de los espacios es capaz de provocar sensaciones muy intensas capaces de abrir el apetito, como fue el caso de la fragancia del brioche o la barbacoa; de hacer sentir en un entorno acogedor, como con la propia fragancia del hotel Hospes a base de mandarina y lavanda diseñada por Dejavu, o de trasladarte a un huerto con la fragancia del tomate fresco”, indicó la perfumista.

Con las fragancias es posible transmitir al cliente a través de los sentidos, la imagen y los valores de la marca, permaneciendo en la memoria de éste por mucho más tiempo. 

Desde Dejavu Brands, aseguran que con las fragancias es posible transmitir al cliente a través de los sentidos, la imagen y los valores de la marca, permaneciendo en la memoria de éste por mucho más tiempo. “Esto se produce y tal y como se ha demostrado, gracias a que el sentido del olfato es el más eficaz a la hora de activar el cerebro para evocar recuerdos muy poderosos capaces de trasladarnos inmediatamente a un momento concreto y hacernos vivirlo de nuevo intensamente. La publicidad, centrada hasta ahora en una imagen visual potente y en un hilo musical pegadizo, empieza también a hacerse eco de la utilidad del marketing olfativo para atraer y fidelizar al cliente, logrando así incrementar sus ventas en un 30%”.

En el sector salud

Actualmente esta empresa dispone de varios clientes del sector salud. En este caso en concreto, ¿qué objetivos suelen demandar este tipo de clientes? Tal y como explica a Pharma Market,  Beatriz Acosta Fraire, en estos casos puede haber todo tipo de opciones: “Tanto que huela agradable, a limpio, que los responsables del proyecto quieran que huela a algo en concreto que les gusta, que transmita los valores de la compañía, potenciar el apetito o bien ofrecer calma y tranquilidad, bienestar…”

Con una de las cadenas de hospitales con las que trabajan aromatizan las salas de espera con el objetivo de aportar tranquilidad, calma y relajación a los pacientes.

Por ejemplo, con una de las cadenas de hospitales con las que trabajan aromatizan las salas de espera con el objetivo de aportar tranquilidad, calma y relajación a los pacientes. En cuanto a las farmacias, cuentan con un gran número de ellas que buscan aromatizar los espacios para crear un ambiente agradable y que no huela a “farmacia”, a material, medicamento…. Pero según explican pueden ir más allá, creando producto personalizado para venta de forma que surge una nueva línea de negocio.

Muchas boticas buscan aromatizar los espacios para crear un ambiente agradable y que no huela a “farmacia”.

De forma paralela, trabajan con algunas cafeterías dentro de residencias. “En este caso concreto, lo que se busca es potenciar el apetito de las personas mayores con olores que despierten el hambre (como el croissant y similares). La experiencia es un éxito, y es un proyecto muy bonito”.

Por último, la directora de marketing explica que entre sus clientes se hallan clínicas de todo tipo, desde dentales hasta estéticas o de fisioterapia, y cada una busca un algo en concreto. “En muchos casos es un olor agradable, otras la intención es que resulte “limpio” para evitar olores de “consulta”. Y en un alto porcentaje, los dueños solicitan un olor en concreto, que incluso luego también ponen a la venta”.