Industria21 de julio, 2025
Prevención de cistitis recurrente en mujeres: cómo reducir el riesgo y proteger las vías urinarias

La cistitis de repetición es una visitante incómoda que interrumpe viajes, trabajo o relaciones
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Vivir pendiente del siguiente episodio de cistitis no sólo condiciona la agenda diaria; también mina la tranquilidad emocional y la calidad de la vida sexual. Para muchas mujeres, la cistitis de repetición es una visitante incómoda que interrumpe viajes, trabajo o relaciones, y que acaba instaurando un ciclo de miedo y antibióticos difícil de romper. Por eso, abordar la prevención de cistitis recurrente en mujeres no es un simple consejo de salud, sino un paso necesario para mejorar el bienestar general.
Hábitos que ayudan a prevenir la cistitis de repetición
Se considera que hay cistitis recurrente cuando suceden, al menos, 3 episodios en el último año o 2 en los últimos seis meses. Diversos protocolos de sociedades médicas, como la Asociación Española de Urología (AEU) y la European Association of Urology (EAU), subrayan la importancia de los cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de padecerla.
La prevención empieza en el día a día:
- Mantener una hidratación adecuada. Beber suficiente agua diluye la orina y facilita la eliminación de bacterias.
- Orinar con frecuencia y no retener la orina. La micción regular ayuda a “lavar” el tracto urinario, arrastrando microorganismos que podrían ascender hacia la vejiga.
- Cuidar la higiene íntima sin excesos. Evitar duchas vaginales agresivas y productos irritantes que alteran la microbiota protectora.
- Atención tras las relaciones sexuales. Orinar después del coito puede disminuir la posibilidad de que bacterias como la Escherichia coli accedan a la vejiga, un consejo especialmente relevante en la cistitis postcoital, frecuente en mujeres jóvenes sexualmente activas.
Arándano rojo, probióticos y D-Manosa: aliados naturales frente a la infección urinaria
Más allá de los hábitos cotidianos, hay un creciente respaldo hacia el papel de ciertos ingredientes como complemento en la prevención. El ingrediente activo del arándano rojo americano, PAC Tipo A, dificulta la adhesión de la E. coli al urotelio vesical. Por otra parte, la D-Manosa, un monosacárido que no se metaboliza, se une a las fimbrias bacterianas evitando que colonicen la vejiga, y facilita su eliminación al orinar.
Por su parte, los probióticos (como cepas específicas de Lactobacillus) ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota vaginal e intestinal, reduciendo el tránsito de bacterias potencialmente patógenas desde el intestino hacia la uretra. Según guías recientes, esta combinación muestra resultados prometedores en la reducción de recurrencias, sin fomentar resistencias antibióticas.
Urocran como complemento en la estrategia preventiva
El mercado farmacéutico ha incorporado soluciones que combinan estos ingredientes en dosis específicas y con evidencia clínica. Es el caso de Urocran, que concentra D-Manosa, PAC Tipo A del arándano rojo americano y probióticos con el objetivo de bloquear la adhesión bacteriana y reforzar la microbiota.
“La concentración equilibrada de D-Manosa, PAC Tipo A del arándano rojo americano y probióticos en Urocran permite tomarlo de forma prolongada sin efectos secundarios apreciables, lo que responde a una necesidad real de las pacientes”, explica María Romero March, directora general de PlusQuam Pharma, laboratorio que fabrica Urocran.
Este tipo de fórmulas no sustituyen el uso de antibióticos cuando hay una infección activa, pero potencian su efecto, ayudan a aliviar los síntomas y pueden ser un recurso valioso para disminuir episodios de repetición y la dependencia de fármacos antimicrobianos.
Así, la prevención de cistitis recurrente en mujeres se convierte en una rutina sencilla que puede mejorar la confianza y el bienestar día a día.